FIESTA DE LOS CARNAVALES 

Las escenas lúdicas con agua y pintura, además de la práctica del cortamontes está extendida por toda la región. Una práctica particular en la zona andina del departamento es el velatorio de cruces.

En el área rural los juegos empiezan en el 30 de noviembre con el juego de agua: laqchinakuy; también se estila el embadurnamiento con pintura, llukiy; lanzamiento de ranpuchka( fruto de la papa) a una joven; el despertar con ortiga, shinwá astikuy; el cortamonte hacha walluy.

 

El carnaval en el Perú es una fiesta y celebración pública que tiene lugar días antes de la cuaresma católica por lo cual es una fiesta movible, que a lo largo del Perú tiene diversas manifestaciones locales que lo hacen distinto de lugar en lugar, pero que tienen en común el sentido lúdico y alegre de la festividad.

En el Perú los carnavales van acompañados con el juego con agua, harina, talco y/o pinturas, y en algunas zonas van acompañadas de danzas folclóricas, ritos paganos o incluso cristianos.

La festividad llegó al Perú con los primeros cristianos, pero por el proceso de aculturación y sincretismo religioso, el carnaval empezó a tomar características propias.

Durante la época republicana fue tal la popularidad y el salvajismo de los carnavales que se inició una represión a esta celebración. Durante el siglo XIX algunos viajeros describieron los carnavales limeños como una mezcla de salvajismo y alegría sin límites, en donde eran comunes el arrojar agua desde los balcones o lanzar huevos llenos con agua o perfume según sea la clase a la que pertenezcan. También existieron crónicas que hablaban de que en el carnaval entre 1860 y 1874 era común ver escenas con heridos y aún muertos durante los tres días que duraba la fiesta.

Los carnavales fueron descritos también como un puente para la satirización de las autoridades por parte de la población, esto a través de las máscaras que fueron prohibidas a nivel nacional. Éstas máscaras y satirizaciones fueron vistas por las autoridades como una falta de respeto por las jerarquías. Era común que en los carnavales hasta los policías fueran víctimas de los chorros de agua.

Esta situación fue cambiando hacia finales del siglo XIX cuando a propuesta de Ricardo Dávalos se propuso un carnaval organizando fiestas y paseos públicos, siguiendo los modelos de Argentina e Italia. Para 1920 con el gobierno de Augusto B. Leguía el carnaval fue cambiando y fueron comunes los pasacalles con carros alegóricos en donde la élite se lucía elegantemente vestida, éste tipo de carnaval fue impuesto en las principales ciudades del país y en Lima duró hasta los años 50.[1]

Aunque en los barrios del Perú continuó el espíritu de alegría y lujuria desbordante de los carnavales, todo esto fue configurado nuevamente por el fenómeno de migración del campo a la ciudad con lo cual la población andina trajo las costumbres propias de sus diversos carnavales a las principales ciudades del Perú.

Las costumbres andinas de los carnavales descienden de las celebraciones por las lluvias en el mes de febrero, por lo cual las danzas son inseparables de los festejos de los carnavales. En muchos pueblos del interior del país todavía prevalecen cultos hacia apus y el pago a la pachamama durante el carnaval.

Más recientemente se ha empezado a revalorar la festividad del carnaval tradicional andino proclamando 5 expresiones carnavalezcas como patrimonio cultural de la nación, estas son:

  • El carnaval ayacuchano, proclamado patrimonio cultural de la nación el 04 de diciembre del 2003.
  • El carnaval de Santiago de Pupuja, proclamado patrimonio cultural de la nación el 10 de setiembre del 2010.
  • El Carnaval de San Pablo en la región Cusco, proclamado patrimonio cultural de la nación el 27 de setiembre del 2010.
  • El Carnaval de Abancay, proclamado el 7 de marzo del 2011.
  • El Carnaval de Marco en la región Junín, proclamado el 9 de marzo del 2011.